Un niño celoso y posesivo es aquel que siente envidia de sus hermanos o de otros niños que están en su entorno. Generalmente, estos niños celosos son más sensibles y observadores que otros niños de su edad. Pueden ser tímidos y no querer compartir el amor de sus padres con otros niños, mostrando una tendencia a querer controlar la situación para mantener la atención exclusiva sobre ellos.
Los niños celosos y posesivos son aquellos que se sienten amenazados por la presencia de otros niños y/o personas en su entorno y reaccionan mostrando enojo, agresividad, tristeza o exclusión. Pueden ser celosos por la atención que reciben de los demás, por el tiempo que pasan con otros, por el amor que les dan o por cualquier cosa que consideren que es suyo y que no quieren compartir.
¿Por qué los niños se ponen celosos?
Los niños se ponen celosos porque se sienten amenazados por la presencia de otros niños. Pueden temer que sus padres les prefieran a otros niños o que estos últimos les quitarán el amor y la atención de sus padres. Esta percepción de amenaza puede originar un comportamiento celoso y posesivo donde el niño desea asegurar su posición y el amor incondicional de sus padres.
También pueden sentirse amenazados por la posibilidad de que otros niños les roben sus juguetes o sus cosas. La competencia por recursos o afecto es una de las principales causas de los celos en los niños.
¿Cuáles son los síntomas de una persona celosa?
Los celos son una emoción que surge cuando se sospecha o se tiene la certeza de que se está siendo traicionado o amenazado en una relación íntima. La persona celosa tiende a mostrarse muy posesiva y a controlar todos los aspectos de la relación para asegurarse de no perder lo que considera suyo.
Un niño celoso y posesivo tiene una alta inseguridad y siente que necesita tener el control sobre las personas amadas para sentirse seguro. Los celos pueden llegar a ser muy destructivos, ya que pueden llevar al niño a cometer actos de agresión o a realizar conductas que dañen la relación con sus pares o con sus propios padres.
¿Por qué los niños celan a sus padres?
Los niños celan a sus padres porque quieren estar seguros de que ellos son amados incondicionalmente. Los niños saben que sus padres nunca les van a abandonar, independientemente de lo que hagan. Por lo tanto, los niños celosos y posesivos celan a sus padres para asegurarse de que su lugar está seguro y que están en buenas manos.
Un niño celoso es aquel que siente celos hacia otro niño porque cree que él o ella le está robando el amor de sus padres. Estos niños celosos pueden ser muy posesivos con sus padres y pueden llegar a ser muy agresivos con el niño que ellos creen que está arruinando su relación con sus padres.
Un niño celoso y posesivo es aquel que se siente amenazado por la presencia de otro niño y reacciona con celos. Pueden manifestarse de diversas maneras, como envidia, rabia, rechazo o exclusión. El niño celoso generalmente tiene una baja autoestima y se siente inseguro, buscando constantemente la validación de sus padres y temiendo ser desplazado o eclipsado por otros niños en el afecto familiar.