¿Por qué le grito a mi hijo?

Escrito por John Macara

Psicólogo conductual y experto en relaciones de familia 

Muchos padres gritan a sus hijos, sin embargo, no están seguros de por qué lo hacen. Según un estudio publicado en la revista «Personality and Social Psychology Review», el objetivo de los gritos puede variar dependiendo del padre. Algunos padres gritan para castigar a sus hijos, mientras que otros lo hacen para llamar su atención.

Las razones por las cuales los padres gritan a sus hijos son diversas. Puede ser porque están enojados, frustrados o molestos. O tal vez porque sienten que no tienen otra forma de comunicarse con ellos. En ocasiones, los padres gritan porque no saben qué otra cosa hacer para conseguir que sus hijos les presten atención.

¿Qué le pasa a mi hijo cuando le grito?

Cuando los padres gritan a sus hijos, les están haciendo daño emocional y psicológico. El niño se sentirá inseguro, aterrorizado e incapaz de confiar en sus padres. Además, el grito puede provocar problemas en el desarrollo del niño, como trastornos del sueño, déficit de atención, problemas de aprendizaje y ansiedad. Por todo esto, es importante que los padres no griten a sus hijos, sino que se esfuercen por comunicarse de forma calmada y respetuosa.

¿Qué puedo hacer para dejar de gritar a los hijos?

Cuando un niño no hace lo que queremos, lo primero que se nos viene a la mente es gritar. Pero, ¿sabías que eso no es lo mejor para él? Gritar no le hará entender lo que queremos, y mucho menos lo hará actuar de forma correcta. Lo que sí conseguiremos es que se sienta frustrado, enojado, inseguro y temeroso.

En lugar de gritar, es mejor hablar con calma y explicarle lo que queremos que haga. Si vemos que no está escuchando, podemos utilizar un tono de voz firme pero sin gritar. Y, si aún así el niño no hace lo que queremos, es mejor tomar una decisión respetuosa y calmada, en lugar de gritar.

¿Cuándo gritamos a nuestros hijos?

Cuando gritamos a nuestros hijos, estamos transmitiéndoles emociones. Según la psicóloga infantil Silvia Olmedo, «el objetivo de las rabietas es conseguir que la madre cambie de opinión». Por lo tanto, los gritos son una forma de comunicación que no siempre funciona, ya que no hay consenso entre padres e hijos sobre cuál es el lenguaje apropiado para comunicarse. Según la Fundación Aladina, «el grito es la forma de comunicación menos efectiva para conseguir un objetivo, ya que no permite la escucha y la respuesta del otro». Además, puede provocar en el niño miedo, tristeza, ira e incluso una mayor agresividad. Por esta razón, es importante utilizar otros medios para comunicarnos con nuestros hijos, como el diálogo y la escucha.

¿Qué demuestra la gente que grita?

Cuando la gente grita, demuestra que está enojada o que tiene un problema. Puede que estén agitados o tengan miedo. La gente que grita también puede estar tratando de llamar la atención.

La conclusión a este artículo es que los padres pueden gritar a sus hijos por una variedad de razones, incluyendo la frustración, el enojo o el miedo. Los gritos pueden ser efectivos para llamar la atención de un niño, pero pueden también dañar la relación entre el niño y el padre. Los padres deben intentar identificar las causas de los gritos y buscar soluciones alternativas para resolver los problemas.

Cuando un padre grita a su hijo, lo hace porque está frustrado y no sabe cómo expresarlo de otra forma. Normalmente, el grito es una forma de manipulación que el padre utiliza para intentar controlar a su hijo. En la mayoría de los casos, el grito no tiene ningún efecto positivo en el niño y puede incluso llegar a dañar su relación.