¿Te sientes agotado y cansado últimamente sin saber por qué? No es raro desarrollar hábitos que te agotan sin darte cuenta. Estos hábitos pueden desgastarte gradualmente, dejándote fatigado y agotado.
Pero no te preocupes, hay cosas que puedes hacer para identificar y abordar estos hábitos que agotan tu energía. Haciendo pequeños cambios en tu rutina diaria y siendo más consciente de tus hábitos, puedes mejorar tus niveles de energía y tu bienestar general.
Sentado por largos períodos
¿Sabías que estar sentado por períodos prolongados puede tener un impacto negativo en tu salud física, lo cual, a su vez, puede afectar tu salud mental y niveles de energía? Según la Dra. Kelly McGonagall, psicóloga de la salud y profesora de la Universidad de Stanford, estar sentado por largos períodos se asocia con resultados negativos como obesidad, enfermedades cardíacas e incluso depresión. También puede provocar una mala postura, músculos tensos y una disminución del flujo sanguíneo, lo cual causa fatiga y disminución de los niveles de energía.
Para contrarrestar los efectos negativos de estar sentado por mucho tiempo, es crucial tomar descansos regulares y moverte. Incluso pequeñas cantidades de actividad, como estar de pie, estirarse o caminar, pueden ayudar a aumentar la alerta, mejorar la circulación sanguínea y reducir la rigidez.
Según la investigación, incorporar actividad física, desde caminar hasta yoga o ir al gimnasio, en tu rutina diaria también puede ayudar a contrarrestar los efectos nocivos de estar sentado y mejorar tanto la salud física como mental, lo cual resulta en niveles de energía más altos y un bienestar mejorado.
Pensar demasiado
¿Alguna vez te encuentras constantemente repasando situaciones en tu cabeza y analizando cada detalle? Es un hábito en el que muchos de nosotros caemos y que nos deja mentalmente agotados y emocionalmente exhaustos.
La Dra. Susan Nolan-Hoeksema, experta en psicología y autora de «Mujeres que piensan demasiado», señala que pensar demasiado puede llevar a resultados negativos como aumento del estrés, la ansiedad e incluso la depresión. Cuando piensas demasiado, consumes tu energía mental y te sientes agotado.
Romper este hábito puede ser desafiante, pero hay técnicas que pueden ayudar. Prácticas de atención plena, como la respiración profunda y la meditación, pueden ayudar a calmar tu mente y reducir el exceso de pensamientos al ayudarte a enfocarte en el momento presente y dejar ir pensamientos y preocupaciones negativas.
Al incorporar estas técnicas de atención plena en tu rutina diaria, puedes comenzar a reducir el exceso de pensamientos y mejorar tus niveles de energía. Puede requerir algo de práctica, pero te ayudará a sentirte más centrado y en control.
Falta de luz solar
¿Sabías que no recibir suficiente luz solar puede interrumpir tu ciclo natural de sueño y provocar sentimientos de cansancio y baja energía? John M. Grohol, psicólogo clínico, advierte que pasar demasiado tiempo en lugares cerrados o con bajos niveles de luz natural puede tener un impacto negativo en tu salud física y mental.
Es importante tener en cuenta que la exposición inadecuada a la luz solar incluso puede resultar en una deficiencia de vitamina D, la cual se ha relacionado con la depresión y otros problemas de salud mental.
Por suerte, hay formas de combatir estos efectos negativos. Puedes probar el uso de una lámpara de terapia de luz que imita la luz solar natural. Estas lámparas producen una luz brillante con longitudes de onda azules similares a los rayos del sol, lo cual puede ayudar a regular el reloj interno de tu cuerpo.
Curiosamente, un estudio realizado en 2016 encontró que la terapia de luz también puede ser útil para tratar trastornos del sueño en pacientes con Alzheimer. Así que invertir en una lámpara de terapia de luz podría ser una buena idea si buscas una forma natural de mejorar tu ciclo de sueño y vigilia.
Desorden
¿Alguna vez has notado que tener un espacio desordenado en el que vivir o trabajar te deja abrumado y estresado? Estudios han demostrado que tener demasiado desorden puede afectar tu salud mental y el funcionamiento cognitivo, haciéndote más difícil concentrarte y ser productivo.
El desorden también puede crear una sensación de desorganización y caos, lo cual contribuye a la sensación de estrés y ansiedad. De hecho, el desorden puede ser una manifestación física del estrés emocional, lo cual crea un ciclo vicioso de desorden y estrés.
Afortunadamente, hay formas de combatir los efectos negativos del desorden. Tomarse el tiempo para organizar tu espacio, deshacerte de cosas que ya no necesitas y encontrar nuevos sistemas para mantener tu espacio ordenado pueden ayudarte a crear un entorno más tranquilo y productivo.
Al hacerlo, puedes reducir el estrés y aumentar tus niveles de energía. Entonces, ¿por qué no dar un paso hacia una vida más tranquila y organizada, deshaciéndote del desorden hoy?
¿Has notado otros factores en tu vida que podrían estar agotando tu energía y causando fatiga? No dudes en compartirlos con nosotros en los comentarios.