¿Estás cansado de intentar romper tus malos hábitos sin éxito? ¿Te encuentras repitiendo los mismos mantras una y otra vez solo para ceder ante la tentación una vez más? Es hora de dejar de juzgarte a ti mismo y comenzar a tomar acción.
En este artículo exploraremos algunos de los hábitos autodestructivos que debes romper ahora mismo. Dile adiós a tus malos hábitos y hola a un tú más saludable y feliz.
Comer compulsivamente
La comida es tu vida. Esas galletas con sus bordes crujientes y el centro chocolateado y cremoso. Si alguien mirara debajo de tu cama, no solo encontraría esas galletas, sino también una reserva de bocadillos, galletas saladas y todo tipo de comida chatarra imaginable. Y si pudieran buscar en tu cerebro, pronto se darían cuenta de que piensas en comida todo el tiempo. Si te identificas con esto, hay una gran posibilidad de que tengas un trastorno por atracón.
El psiquiatra Joel Young explica que este trastorno no solo te hace esconder comida y comer en secreto, sino que también te hace incapaz de controlarte cuando estás comiendo, incluso si no tienes hambre. Sigues comiendo más allá del punto de plenitud cómoda, seguido de sentimientos de vergüenza, culpa o depresión. Si te encuentras en una situación similar, recuerda que está bien buscar apoyo profesional. No tienes que enfrentarte a esto solo.
Búsqueda de dopamina artificial
Esa explosión en tu cerebro al beber la cuarta botella de alcohol te deja con una sensación de alegría y euforia. La investigadora Nora Valko y sus colegas explican en un estudio que el consumo excesivo de alcohol y drogas puede alterar la vía de recompensa del cerebro, inundándola con altos niveles de dopamina artificial. Cuando se trata de cosas que activan tu sistema de recompensa, tu cerebro no distingue entre calidad y cantidad.
Actividades normales y saludables que podrían activar tu sistema de recompensa, como abrazar o dormir, quedan en el último lugar de tu lista de prioridades, mientras que el consumo crónico de drogas o alcohol se sitúa en la cima. Superar una adicción crónica a sustancias puede ser un desafío, pero buscar terapia puede ser un camino hacia romper el hábito y vivir una vida plena y libre de adicciones.
Gasto excesivo
Gastar demasiado puede ser autodestructivo porque acumulas deudas en tarjetas de crédito y préstamos que son difíciles de pagar. Esto puede generar presiones financieras y estrés que pueden influir negativamente en tu estado emocional y bienestar general. Además, según una investigación realizada por Sonya Britt Lutter y sus colegas, tu relación podría estar en peligro cuando gastas en exceso, ya que tu pareja podría comenzar a pensar que no puede confiar en ti con el dinero.
Continuamente gastar en exceso hace que tu pareja tenga que cargar con los gastos excesivos, lo que los hace sentir resentidos y puede resultar en una dinámica desfavorable en tu relación.
Procrastinación nocturna
Es altas horas de la noche y en lugar de dormir, estás viendo artículo tras artículo en línea. El reloj sigue avanzando y a pesar de saber que deberías ir a dormir para no estar de mal humor por la mañana, sigues entregándote a este ocio descontrolado. La psicóloga social Teresa DiDonato llama a este comportamiento como «procrastinación de venganza por dormir». Es el acto de sacrificar el sueño por tiempo de ocio como resultado de una agenda ocupada durante el día.
Un estudio en el Journal of Healthcare explica que este comportamiento es autodestructivo, ya que puede deteriorar tu toma de decisiones, memoria y pensamiento. Te sentirás somnoliento durante el día, lo que reducirá tu productividad y aumentará el riesgo de que te quedes dormido mientras conduces. Según thesleepfoundation.org, el tratamiento más efectivo para la procrastinación del sueño es una buena higiene del sueño, que incluye hábitos saludables de sueño y la creación de un ambiente propicio para dormir.
Adicción al trabajo
Otro hábito autodestructivo es el trabajo en exceso, que implica una necesidad excesiva y compulsiva de trabajar. Los investigadores Akihiro Shimazu y Wilmar Schaufeli descubren que su destructividad radica en que puede causar niveles más altos de agotamiento, estrés laboral y menor satisfacción laboral.
Los adictos al trabajo pueden pasar largas horas en el trabajo, asumir enormes tareas y descuidar su salud física, relaciones personales y actividades de ocio. Según la psicóloga organizacional Melissa Clark, los adictos al trabajo experimentan estrés crónico que puede tener consecuencias perjudiciales para el cuerpo, como niveles elevados de cortisol que pueden perjudicar la función inmunológica y aumentar el riesgo de problemas de salud como hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Los comportamientos autodestructivos funcionan como un mecanismo de protección inconsciente contra la vergüenza. Para escapar de los impactos empoderantes de la vergüenza, estas defensas ofrecen diferentes estados mentales para rectificarla o limitar la exposición a ella. Por ejemplo, las adicciones basadas en sustancias crean un estado psicológico alterado lo suficientemente fuerte como para superar con éxito los efectos de la vergüenza.
Para romper estos patrones autodestructivos basados en la vergüenza, se deben tomar pequeños riesgos seguros de ser vistos y participar en actividades que construyan el orgullo. La vergüenza no debe ser eliminada, sino reconocida como una experiencia separada. Cuando reconoces la vergüenza por lo que es, parte de su poder disminuye.
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