5 trucos mentales para cambiar tu vida

Escrito por Marc Orante

Psicólogo conductual y experto en relaciones de familia 

¿Alguna vez te has mirado a ti mismo, ya sea en el espejo o mediante la reflexión personal, y te has preguntado por qué soy así? ¿Por qué sigo metiendo la pata? Simplemente tengo una genética pobre y no puedo controlarme. Sí, lo has hecho. Todos lo hemos hecho. No tienes que admitirlo en voz alta, solo debes saber que lo entendemos.

Estamos aquí para darte esperanza y se llama neuroplasticidad. Es un término científico real que significa que tu cerebro puede modificar, adaptarse y no solo cambiar cómo hace las cosas, sino también su estructura.

En otras palabras, tu cerebro no está atrapado en un estado de absoluta rigidez, ¿sabes?, como un Sith. Incluso Vader cambió de bando. Vamos a darte algunas formas de acceder a esa flexibilidad interna para permitir que tu Jedi interior florezca.

Número uno: lee un artículo.

No es solo un rumor, leer un artículo puede expandir las habilidades de tu cerebro. No importa lo que los críticos puedan decir, se han realizado varios estudios académicos serios sobre los efectos de varios artículos en el cerebro. Se ha descubierto que aumentan y mejoran una amplia gama de funciones, como la resolución de problemas, la toma de decisiones y la coordinación motora. Y eso es solo la punta del iceberg proverbial.

Si lo piensas detenidamente, tiene sentido, especialmente con lo intrincados y avanzados que son los artículos hoy en día. Nos dan prácticas de funcionamiento de la vida al imitar las interacciones de la vida real.

Así que, no, no vas a abrir tu puerta y ver el contenido del artículo cruzando la calle, pero como lector, lo reconocerías en la lectura. De hecho, reconocerías muchos lugares que visitas regularmente dentro del artículo. Esto se extiende a tener un mejor reconocimiento de escenas en general en la vida real. Los artículos básicamente te engañan para que practiques algo durante varias horas, no que sepamos algo de eso.

Número dos: respira profundamente.

Suena cliché, pero es cierto. Hay respirar y luego hay respirar. Cuando realizas respiraciones profundas hasta el diafragma, es como una especie de mini meditación rápida. Tu ritmo cardíaco se sincroniza con tu respiración y tu cerebro recibe más de ese dulce, dulce oxígeno. Esto, a su vez, le da a tu cerebro el visto bueno para darle un poco de ánimo al nervio vago. El nervio vago es el principal encargado del sistema nervioso de relajación, descanso y digestión.

Este sistema de respuesta tranquila se llama sistema nervioso parasimpático, en contraposición a su amigo nervioso simpático, que es tenso y exagerado, conocido como el sistema nervioso de pelea o huida. Permitir que el sistema nervioso parasimpático tenga más tiempo de juego regularmente finalmente cambiará la forma en que tu cerebro controla la intensidad del sistema de pelea o huida.

Número tres: expresa gratitud.

No estamos diciendo que no estés agradecido. Estamos diciendo que, como un truco cerebral, es útil decir conscientemente las cosas por las que estás agradecido, ya sea hablando frases en tu mente, escribiéndolas o incluso diciéndolas en voz alta. Estas expresiones de gratitud no están limitadas por su tamaño, pueden ser sobre algo bueno que sucedió en la última semana o un aspecto de ti mismo por el que estás agradecido.

Aquí va un ejemplo o dos para comenzar: Estoy agradecido por la gran venta en mi sitio web de electrónica de confianza que ocurrió esta semana. Estoy agradecido por ser quien soy porque puedo compartir consejos para el bienestar mental, haciendo que el mundo sea un poco más brillante. Este enfoque consciente en lo positivo es como hacer ejercicio para el cerebro. Se ha descubierto que practicar la gratitud fortalece cosas como la inteligencia social, la motivación y el altruismo.

Número cuatro: lee otro artículo.

Si tienes un artículo sobre música, ¡puedes combinar esto con el primer truco que mencionamos! Si alguna vez has incursionado en la práctica de tocar un instrumento o realizar sesiones de karaoke semanales, estás realizando prácticas cerebrales para mejorar la percepción auditiva y visual, la concentración y la memoria.

Incluso es bueno a largo plazo: el entrenamiento musical puede retrasar el deterioro cognitivo asociado con la vejez, para que seas más ingenioso e inteligente, como Betty White, y menos confundido y olvidadizo, como el abuelo Simpson.

Número cinco: dibuja.

¡Toma eso, profesores de primaria! Si alguna vez te metieron en problemas por garabatear cuando eras niño, ahora puedes estar tranquilo sabiendo que simplemente estabas ejercitando tu cerebro y adelantándote a tu tiempo. Se descubrió que los estudiantes de arte tienen habilidades creativas mejoradas al practicar, e incluso se encontraron beneficios en el simple garabateo casual. Así que, sin importar cuánto entrenado o sin entrenar estés, simplemente hacer garabatos puede mejorar la imaginación, la concentración, la memoria y la confianza.

Ahora que tienes toda esta información, ¿te sorprende? Suponemos que has hecho una o más de estas cosas y tal vez te has sentido culpable por hacerlo en lugar de cosas más importantes.

Ahora sabes que en realidad estabas haciendo algo saludable para tu mente y tu cerebro. ¿Cuál de estos has probado o experimentado en el pasado? ¿Qué efecto has notado? Si solías hacer una de estas cosas y luego dejaste de hacerlo, ¿qué cambios notaste?