¿Con qué frecuencia hablamos así a nosotros mismos? «Soy tonto/a, soy inútil, soy feo/a». No importa por lo que estés pasando, no estás solo/a. La forma en que nos hablamos a nosotros mismos puede dar energía a nuestras vidas o destrozarnos por dentro. Todo comienza cuando somos jóvenes y, aunque nuestros padres nos aman y se preocupan profundamente por nosotros, no son perfectos y a veces pasan su propio dolor y traumas sin darse cuenta.
Nuestro dolor aumenta cuando nuestras interacciones con los demás nos lastiman profundamente y lo interiorizamos con autocrítica negativa. Este ciclo de autoevaluación negativa puede durar semanas, meses o incluso años, y cuanto más nos criticamos, más sentimos que caemos en un túnel oscuro y profundo. Pero aún así, seguimos siendo fuertes.
Rompe con la autocrítica negativa
Para romper el hábito de la autocrítica negativa, damos largos paseos, meditamos, leemos libros de autoayuda y avanzamos paso a paso en el túnel oscuro hacia la libertad de nuestro crítico interior. A veces, incluso para los más fuertes de nosotros, puede sentirse solitario mantener nuestras rutinas de autoterapia.
Cuando todo parece abrumador, comenzamos a preguntarnos: ¿hay alguna esperanza para nosotros después de todo, o estamos condenados a caminar solos en este interminable túnel de autocrítica negativa? Pero hay un destello de esperanza en estos momentos oscuros y difíciles.
En los momentos en que nos convertimos en nuestro crítico más duro y nos sentimos solos en nuestro camino, inciertos sobre hacia dónde ir y frustrados con nuestro progreso, nuestros seres queridos nos guían a través del túnel, ayudándonos a navegar por la oscuridad.
Apóyate en tus seres queridos
En nuestros momentos más oscuros, su presencia nos protege de nuestras propias palabras crueles. Y aunque a veces nos lastimemos mutuamente sin querer, aprendemos a aceptar, perdonar y cuidarnos. Nos recuerdan que, sin importar lo que haya sucedido en el pasado, no somos las palabras duras que nos decimos a nosotros mismos. En cambio, nos recuerdan que somos amados, nos preocupamos por ellos y somos valiosos.
Sus palabras son los rayos de sol que atraviesan las nubes densas de nuestro autojuicio y traen luz a nuestra oscuridad. Y en los momentos en que no podemos reunir el coraje para ser amables con nosotros mismos, nuestra única esperanza está en los demás, porque si hay una sola persona que se preocupa, planta una semilla de seguridad de que tal vez, solo tal vez, no somos las palabras que nos decimos a nosotros mismos. Tal vez, no estamos definidos por las palabras despiadadas de nuestro crítico interno.
Así que, para cualquiera que esté sufriendo de autocrítica negativa y dura crítica interna, no estás solo/a. Por favor, busca ayuda y, si sientes que no hay nadie a tu alrededor, queremos decirte que eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas.
Y esperamos que puedas compartir este mensaje con cualquiera que necesite escucharlo, porque tu amabilidad puede salvar una vida, incluso con una simple acción.