El secreto para ser más atractivo: ¡solo una cosa!

Escrito por Marc Orante

Psicólogo conductual y experto en relaciones de familia 

¡Hola! ¿Alguna vez te has sentido como si apenas pudieras mantener la cabeza sobre el agua, tratando de equilibrar un millón de cosas y viendo cómo tus relaciones se deterioran?

Las noches sin dormir, el exigente trabajo y el sueño esquivo te han dejado al borde y tus amigos han notado el cambio. Lo entiendo y quiero que sepas que no estás solo en esta lucha, así que sumerjámonos juntos y descubramos cómo el estrés puede afectar tu atractivo psicológico.

La irritabilidad

¿Alguna vez has experimentado momentos en los que incluso el más mínimo ruido parece un gong retumbante? Como aquella vez que estabas tratando de concentrarte, pero el distante sonido del tráfico parecía estar justo en tu sala de estar. El Dr. Robert Sapolsky, un reconocido neuroendocrinólogo de Stanford, explica que esta es una reacción común al estrés crónico.

La irritabilidad constante puede afectar seriamente cómo te perciben los demás en términos de atractivo. Si las personas sienten que tienen que caminar con cuidado a tu alrededor, puede ser difícil que vean tus grandes cualidades, lo que puede dañar tu atractivo general.

Y no olvides que tu estado de ánimo también puede afectar a los demás, por lo que si eres a menudo irritable, es posible que ellos también empiecen a sentirse un poco tensos después de estar contigo. Tu mal humor crea una barrera espinosa que puede alejar a las personas y hacer que se distancien.

La negatividad

¿Alguna vez has estado en una fiesta en la que todos se están riendo, disfrutando de la comida y la música, pero te encuentras perdido en pensamientos sobre el proyecto que tienes la próxima semana? Intentas socializar y divertirte, pero tu mente está en otro lugar, atrapada en un torbellino de estrés laboral.

El Dr. David Ballard, un psicólogo y experto en manejo del estrés, comparte que el estrés crónico puede transformar incluso a la persona más positiva en un ser pesimista. La gente suele gravitar hacia la positividad y la luz, y sorprendentemente, si siempre estás negativo, los que te rodean podrían captar esa energía de manera inconsciente, lo que dificulta que vean tus cualidades verdaderamente maravillosas.

Es difícil ser el alma de la fiesta cuando estás abrumado por el estrés, pero recuerda que no eres tú, son la negatividad inducida por el estrés.

La ansiedad

¿Alguna vez te has encontrado perdido en un mar de preocupaciones por cosas que apenas importan en el gran esquema de las cosas? Como aquel día en el que saliste a tomar un café, pero pasaste todo el tiempo preguntándote si habías dejado el horno encendido.

El psiquiatra Dr. Daniel K. Hall-Flavin señala que el estrés a menudo desencadena o amplifica los sentimientos de ansiedad. Si la ansiedad es tu invitado no deseado frecuente, podrías parecer un poco menos atractivo para los demás.

Puede ser difícil conectarse con las personas si sienten que estás siempre nervioso, y además tu ansiedad podría hacer que otros se sientan tensos a tu alrededor, lo que dificulta que vean a la persona maravillosa que eres. No es fácil navegar por las situaciones sociales cuando estás lleno de preocupaciones, pero recuerda que no eres tú, es el estrés.

La retraída social

¿Recuerdas aquella noche en la que te invitaron a una reunión con amigos pero elegiste quedarte en casa, no porque no quisieras ir, sino porque simplemente no tenías la energía para enfrentarte a la gente?

Esta tendencia a retirarse y aislarse es otro síntoma del estrés crónico, según el Dr. Guy Winch, un psicólogo autorizado y autor. Si tiendes a distanciarte socialmente, puede parecer como si no estuvieras interesado en los demás, lo que podría hacerte parecer menos accesible o atractivo.

El aislamiento prolongado también puede alejar a tus seres queridos sin que te des cuenta. Recuerda que no eres naturalmente un ermitaño, es el estrés el que te hace retraerte.

La falta de habilidades de escucha

¿Alguna vez te has encontrado en una conversación en la que tu mente está llena de mil pensamientos y no puedes concentrarte en lo que la otra persona está diciendo? Es como si estuvieras físicamente presente, pero tu mente está en otro lugar.

El Dr. Xavier Amador, un destacado experto en psicología y conciencia, explica que el estrés puede nublar tu enfoque y dificultar tus habilidades de escucha. Si no eres el mejor escuchando, puede parecer como si no te importara genuinamente lo que otros tienen que decir, lo que podría hacerte parecer un poco menos atractivo. Recuerda que todavía eres el oyente atento que tus amigos valoran, es el estrés el que te distrae.

La disminución de la empatía

¿Recuerdas aquella vez que un amigo compartió sus problemas contigo, pero en lugar de brindarle apoyo, te encontraste frustrándote con sus problemas? Te arrepentiste al instante, por supuesto.

La Dra. Sarah Conroth, psicóloga en la Universidad de Indiana, dice que el estrés crónico puede limitar tu capacidad de empatía. Si no estás mostrando mucha empatía, puede parecer que no comprendes ni te preocupas realmente por las experiencias de los demás, lo que puede hacer que te veas menos atractivo.

Puede sentirse como si te estuvieras volviendo más egocéntrico, pero recuerda que es el estrés el que está interfiriendo con tu capacidad de conexión, no tú.

La disminución de la paciencia

¿Recuerdas cuando regañaste a tu pareja por algo tan trivial como olvidar rellenar el frasco de café? Viste la sorpresa y el dolor en sus ojos y te arrepentiste de inmediato. Esta tendencia a ser irritable es una reacción típica al estrés, según el Dr. David S. Holmes, experto en investigación del estrés en la Universidad de Kansas.

Si a menudo tienes poca paciencia, puede parecer que no estás realmente interesado en el momento o en las personas que te rodean, lo que puede hacer que parezcas menos atractivo. Recuerda que no eres tú, es el estrés. Sigues siendo la persona paciente y comprensiva que te conoces a ti mismo.

La toma de decisiones afectada

¿Alguna vez te has encontrado luchando para tomar decisiones, incluso las más pequeñas? Como cuando estás parado en el pasillo de los cereales durante demasiado tiempo porque no puedes decidir entre la avena con miel o los copos de chocolate. O cuando tu amigo te pide que elijas una película para la noche, pero estás tan abrumado que le pides que decida en su lugar.

La Dra. Amy Arnston, neurocientífica de la Universidad de Yale, explica que el estrés crónico puede afectar nuestras habilidades para tomar decisiones. Es como si tu cerebro estuviera envuelto en una niebla y no puedes encontrar la claridad que sueles tener. Ser un buen tomador de decisiones a menudo se ve como alguien seguro y decidido.

Si estás luchando con eso, es posible que las personas no puedan ver a la persona verdaderamente increíble que eres. Pero recuerda que es el estrés el que está nublando tu juicio. Sigues siendo la persona decidida y segura que siempre has sido.

¿Estás viendo estas señales en ti mismo o en alguien cercano a ti? Si es así, no dudes en comentar a continuación.