¿Te has dado cuenta de que la ansiedad puede llevarte a hacer muchas cosas diferentes sin que te des cuenta? Algunos de estos mecanismos para lidiar con la ansiedad pueden terminar siendo perjudiciales para tu salud física y mental.
Si notas que tus comportamientos involuntarios causados por la ansiedad están afectando tu salud mental de manera negativa, aquí te presentamos algunas cosas a tener en cuenta.
1. Navegación constante
¿Pasas interminables horas navegando por redes como TikTok, Reddit e Instagram para escapar de tus pensamientos de ansiedad? No estás solo. Sin embargo, se ha demostrado que el uso excesivo de las redes sociales está relacionado con la ansiedad y otros problemas de salud mental.
Según un estudio de la Universidad de Tennessee, el uso excesivo de las redes sociales puede llevar a una reducción en la productividad, a un sueño poco saludable y a un empeoramiento de la salud mental. Reemplazar el uso ansioso de las redes sociales por hábitos más saludables, como llevar un diario, puede romper este ciclo y aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad.
Entendemos lo fácil que es quedarse atrapado en el desplazamiento infinito, pero si sientes que está afectando tu salud mental, considera tomar una pluma en lugar de un teléfono. Priorizar tu bienestar mental es crucial, y dar pequeños pasos como este realmente puede marcar la diferencia.
2. Complacer a los demás
Complacer a los demás puede ser agotador, incluso si es un hábito inconsciente. Este comportamiento puede destruir tu salud mental al hacerte poner las necesidades y deseos de los demás por encima de los tuyos.
Según el consejero de psicología, Matt Smith, complacer a los demás les brinda a las personas una manera de ocultar sus sentimientos de insuficiencia y ansiedad, pero también puede contribuir a la preocupación y el pánico en sus vidas. Esto puede significar hacer todo lo posible para mantener a los demás felices, incluyendo trabajar horas extras, cumplir siempre con las expectativas de los demás y hacer lo que otros te pidan sin importar si realmente quieres hacerlo o no.
El psicólogo Matt Smith también afirma que complacer a los demás puede llevarte a guardar tu dolor y evitar comunicar tu ansiedad a los demás, actuando como si todo estuviera bien cuando no lo está. Nadie debería enfrentar estos sentimientos solos, por eso es tan importante romper este hábito.
3. Aislamiento
¿Alguna vez te has sentido tan abrumado que has querido huir y esconderte durante una interacción social? ¿Te ha durado ese sentimiento durante días o incluso semanas? Cuando te sientes ansioso, a veces lo único que quieres hacer es esconderte de los demás.
Según la psicóloga clínica Susan O’Grady, Ph.D., es instintivo e incluso protector evitar lo que nos genera aversión. En el caso de la ansiedad, el aislamiento y evitar situaciones sociales son hábitos naturales en respuesta al miedo. Las personas con ansiedad social pueden retirarse para evitar cualquier circunstancia que provoque su reacción de «luchar o huir», incluso si esas situaciones son precisamente lo que podría ayudarles a superar sus temores.
Aunque el aislamiento social puede parecer reconfortante para algunos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades muestran que puede llevar a una mayor sensación de soledad y aumentar el riesgo de depresión y abuso de sustancias. Recuerda que los seres humanos son seres sociales, y socializar con los demás a veces puede ser una necesidad para tu bienestar.
4. Procrastinación evitativa
La procrastinación puede ir de la mano con la ansiedad. La sensación de posponer algo para más tarde puede resultarte familiar, especialmente cuando estás ansioso. Por ejemplo, hacer tareas o estudiar, o incluso invitar a salir a alguien que te gusta, pueden parecer actividades que prefieres posponer para cualquier momento que no sea ahora.
Un estudio sobre la procrastinación académica en estudiantes realizado por investigadores de la Escuela de Fisioterapia DUI Patel encontró una correlación positiva entre la ansiedad ante los exámenes y la procrastinación. El estrés de realizar ciertas tareas puede hacer que empieces a rumiar, lo que dificulta comenzar el trabajo. La procrastinación puede empeorar aún más tu ansiedad, especialmente cuando hay una fecha límite que cumplir.
Una cosa que puede ayudar, según el Dr. Idamar Shatz, es permitirte empezar con pequeños pasos, como escribir una o dos frases o hacer ejercicio durante dos minutos, y luego permitirte detenerte después de esos pasos. Esto es una buena manera de reducir la presión de empezar. Al final, siempre es útil asegurarse de descansar adecuadamente y de priorizar tus necesidades, así que asegúrate de cuidar de ti mismo.
¿Te identificas con alguna de estas conductas? La ansiedad puede generar hábitos que perjudican tu bienestar. Para abordar algunos de estos hábitos, es útil identificar las causas subyacentes importantes en uno mismo antes de tomar el siguiente paso.
Tus hábitos no deben definir ni controlar tu bienestar. Ten en cuenta que, si sientes que algunos de estos hábitos están fuera de tu control, te recomendamos buscar el consejo de un profesional. Gracias por leer.