La Paradoja de Atracción de Sherlock

Escrito por Marc Orante

Psicólogo conductual y experto en relaciones de familia 

Hay un famoso adagio que dice que si quieres algo que nunca has tenido, debes hacer algo que nunca has hecho antes. De manera similar, las personas a menudo ofrecen el consejo de que nada cambia si nada cambia, para aquellos que se encuentran atrapados, ya sea en su vida personal, carrera o incluso en sus relaciones.

¿Estás de acuerdo con estos dichos? Porque, si no lo estás, el secreto paradójico que estamos a punto de revelarte, te sorprenderá y no tendrá sentido.

La paradoja de Sherlock

La forma en que funciona nuestra mente es muy similar a la del gran detective Sherlock Holmes, siempre buscando pistas y juntando las piezas. La Paradoja de Atracción de Sherlock plantea que nuestras percepciones de nosotros mismos, que confirmamos con evidencia de nuestras experiencias y entornos, influyen en gran medida en cómo los demás nos perciben.

De hecho, un estudio de 2012 realizado por Krantz, Friedberg y Andrew encontró que el efecto de la atractividad física para predecir la popularidad de una persona dependía de su autopercepción, independientemente de cuán atractivos fueran objetivamente.

Entonces, lo que creemos sobre nosotros mismos, comenzamos a interpretar nuestras experiencias y otras señales ambientales de una manera que confirma esas creencias. Esto se conoce como profecía autocumplida, que los investigadores Madden, Willard, Gull y Sure definen como una creencia que lleva a su propia realización al moldear los comportamientos y las expectativas de una persona.

La Autoestima Contingente

Un ejemplo muy bueno de esto y cómo se relaciona con nuestra atractividad romántica y en las relaciones es la idea de la autoestima contingente o CSE, por sus siglas en inglés. CSE es un componente central de nuestras autopercepciones basado en factores externos como la popularidad, el éxito romántico, la aprobación de los demás y cómo creemos que nos comparamos con los demás.

Al igual que la mayoría de nuestras creencias, CSE se forma a menudo en nuestra infancia. Nuestras primeras experiencias nos enseñan qué pensar de nosotros mismos según cómo nos tratan los demás. Si nos quieren y tenemos muchos amigos, podemos tener la idea de que somos queridos, atractivos o bien vistos.

Si nos rechazan, critican o nos abandonan, podemos formar la creencia de que no somos suficiente o que algo está mal en nosotros. Una vez que tenemos esta creencia sobre nosotros mismos, ya sea positiva o negativa, comenzamos a comportarnos de manera que esté alineada con estas creencias, lo que solo las refuerza con el tiempo.

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Aplicando la paradoja de Sherlock

Pero, ¿cómo podemos utilizar la Paradoja de Sherlock para hacernos más atractivos? Bueno, es bastante simple. El principio es muy similar al de una trampa para dedos china. Cuanto más intentes conseguir algo, más difícil parecerá. Entonces, tienes que hacer algo paradójico, algo opuesto a lo que quieres lograr. Pero, ¿cómo diablos se supone que eso funciona?

Ten en cuenta estas dos cosas: reactividad y psicología inversa. Recuerda un momento en el que alguien trató de presionarte para que hicieras algo o actuar de cierta manera. ¿No hizo que quisieras hacer lo contrario en lugar de ceder a la presión? Eso se llama reactividad y también ocurre en la atracción romántica. La razón principal por la que la psicología inversa funciona es que cuando las personas se sienten presionadas para actuar de cierta manera, a menudo prefieren hacer lo contrario para afirmar su autonomía. Esto se basa en la teoría de la reactividad de Brehm en 1989.

Entonces, para responder a tu pregunta, aquí hay dos formas paradójicas de atraer a esa persona que te gusta. La primera es actuar de manera opuesta a lo que deseas y la segunda es volverte más atractivo simplemente creyendo que lo eres. Algunos ejemplos concretos incluyen darles espacio cuando quieres acercarte más a ellos, demostrar que estás bien al pasar menos tiempo juntos, mostrar disposición a ser menos físicamente cercano o íntimo cuando en realidad quieres ser más afectuoso físicamente, hacer menos esfuerzo para cortejarlos y llamar su atención, lo que te hará parecer más seguro de ti mismo. Lo más importante de todo es sembrar la creencia de que eres atractivo y que esa persona tendría suerte de tenerte. Luego, busca señales que apunten hacia esa creencia y actúa en consecuencia para fortalecerla y hacerla realidad.

Entonces, ¿cuáles son algunas formas en las que planeas comenzar a aplicar este secreto paradójico para atraer a esa persona que te gusta? Recuerda que nada en la vida es posible si primero no creemos que sea posible. La confianza es clave para la atracción y una fuerte confianza en uno mismo comienza con una simple creencia.