Señales de TDAH en adultos: 5 indicios a tener en cuenta

Escrito por Marc Orante

Psicólogo conductual y experto en relaciones de familia 

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): ¿Cómo se manifiesta en adultos?

Anteriormente, se creía que el TDAH era una condición de desarrollo, pero hoy en día se reconoce como un problema persistente que puede durar hasta la adultez. Un estudio liderado por la psicóloga Dra. Margaret Sibley revela que persiste en un 5 a 75 por ciento de las personas con TDAH, ya sea diagnosticado en la infancia o más adelante en la adultez.

Puede que estemos familiarizados con los signos de TDAH que surgen temprano en la vida, como problemas de comportamiento en la escuela, incapacidad para quedarse quieto en clase, dificultad para seguir las instrucciones del maestro o terminar tareas. Pero, ¿cómo se ve el TDAH en adultos? ¿Son similares a los signos mostrados durante la infancia o hay algunas diferencias?

En este artículo, exploraremos juntos algunos de los signos de TDAH en adultos.

Inquietud mental

Quizás estés acostumbrado(a) a que la letra «H» en TDAH se refiera a la hiperactividad física, donde una persona se mueve excesivamente constantemente. Pero, ¿sabías que la letra «H» también está asociada con la inquietud mental? La profesora de psicología cognitiva Dra. Kimberly Quinn afirma que la mente de una persona con TDAH está constantemente llena de un enjambre de colibríes muy ocupados zumbando de un lado a otro con cada nueva y interesante idea. La mente del TDAH es como un motor interno que no se apaga fácilmente.

Yusuf, un adulto con TDAH, describe esta experiencia como tener un diálogo interno continuo y un exceso de pensamientos que causan agotamiento emocional y mental al final del día. Esta inquietud interna en adultos con TDAH fue medida en un estudio realizado por la profesora de psicología Dra. Lisa Wayant utilizando la escala de inquietud interna. Según este estudio, los estudiantes universitarios con TDAH tienen calificaciones mucho más altas de inquietud interna que los estudiantes sin TDAH.

Comentarios impulsivos

Todos sabemos que la vida no tiene un botón de rebobinado, pero cuando se añaden comentarios impulsivos a la ecuación, podríamos entrar en un territorio de situaciones sociales incómodas. El doctor en psicología clínica Russell Ramsey explica que los adultos con TDAH experimentan constantemente esta espontaneidad en el habla como parte del paquete. Pueden encontrarse a sí mismos diciendo respuestas antes de que se formulen completamente las preguntas, interrumpiendo a otras personas en medio de una frase o terminando los pensamientos de los demás.

Esta falta de control se debe a la hiperactividad manifestada dentro del cerebro. Los adultos con TDAH tienen muchas ideas y pensamientos dando vueltas en sus mentes y temen que puedan olvidar sus pensamientos si esperan demasiado, lo que hace que digan cosas inesperadas e interrumpan discusiones en las que participan.

Atrapados en el presente

Cada vez que se menciona el tema de los plazos cercanos en una conversación, seguramente escucharás un suspiro seguido de un «oh no, eso me recuerda…». Existe un entendimiento universal de que los plazos son estresantes y pueden desencadenar ansiedad. Esto es especialmente cierto para los adultos con TDAH, quienes pueden mostrar reacciones emocionales excesivas ante los plazos o simplemente no cumplirlos.

El psicólogo Ari Tuchman afirma que los adultos con TDAH se sienten atrapados en el momento presente y están más absorbidos por lo que está sucediendo ahora. Son mucho más afectados por su entorno y les resulta más fácil ignorar las señales externas. Les resulta más difícil hacer espacio para el futuro hasta que finalmente llega el futuro, momento en el que comienza el caos. Por ejemplo, incluso cuando ponen la alarma a las siete de la mañana del día siguiente, todavía están despiertos hasta la medianoche.

Falta de palabras

Para aquellos con TDAH, sus cerebros funcionan como la función de texto predictivo en los mensajes de texto. El trabajador social clínico Timothy Kelly explica en un artículo de Psych Central que cuando una persona con TDAH habla, su cerebro les entregará la siguiente línea, incluso cuando aún no hayan terminado la oración anterior. En otras palabras, su cerebro va más rápido que su habla, lo que conduce a un pensamiento desorganizado.

La dificultad para organizar los pensamientos hace que los adultos con TDAH a veces experimenten una pérdida de palabras cuando quieren explicar cosas a los demás.

Falta de motivación

La lucha por sentirse motivado es algo con lo que todos pueden relacionarse, pero los adultos neurodivergentes experimentan esta sensación de pereza de manera diferente. Pueden esforzarse mucho, pero aún así son incapaces de lograr sus metas. Puede que vean un montón de platos y cubiertos sin lavar, den media vuelta y huyan. Pueden volver a intentarlo en otro momento, pero el mismo ciclo de escapar persiste.

Según un estudio realizado por la psiquiatra investigadora Dra. Nora Valko, la dopamina es un neurotransmisor que está activo en el centro de placer y recompensa del cerebro y está involucrado en la regulación de la motivación. Los investigadores descubrieron que hay una falta de dopamina y transportador de dopamina en el cerebro de los adultos con TDAH, lo que interfiere posteriormente con la vía de recompensa de la dopamina. Incluso cuando los adultos con TDAH creen que habrá una recompensa al final, todavía les resulta difícil completar sus tareas.

Si te identificas con alguno de estos signos, te recomendamos que hables con tu médico de familia o con un profesional de salud mental para evaluarlo. Recuerda, tener TDAH no significa que haya algo mal contigo. No eres débil, defectuoso(a) o perezoso(a). Tu cerebro está simplemente conectado de manera diferente.

La psicóloga cognitiva Dra. Quinn incluso revela que el TDAH puede ser reenmarcado como una superpotencia. Utilizas tu inteligencia de formas únicas, abordas problemas y aportas ideas que nadie ha pensado antes.

¡Gracias por leer! Nos vemos en el próximo artículo y recuerda que importas.