Trastorno por déficit de atención en adultos y trauma infantil

Escrito por Marc Orante

Psicólogo conductual y experto en relaciones de familia 

Se sabe desde hace muchos años que el TDAH y el trauma presentan síntomas similares, lo que llevó a los investigadores a creer que el TDAH era genético o que solo era causado por cambios en la estructura cerebral. Sin embargo, ahora la ciencia muestra una fuerte asociación entre el trauma infantil y el TDAH en adultos. Según una encuesta, hasta el 17% de los niños expuestos al trauma cumplen con los criterios del TDAH. Entonces, ¿cuál es la conexión entre el trauma y el TDAH?

La Asociación Americana de Psicología define el TDAH como un trastorno de atención y/o hiperactividad caracterizado por seis o más síntomas de falta de atención y/o hiperactividad. Estos síntomas suelen dificultar el funcionamiento social, académico u ocupacional y comienzan a aparecer antes de los siete años. Por otro lado, el trauma es una respuesta emocional a una experiencia perturbadora que provoca miedo extremo, ansiedad u otros trastornos psicológicos profundos, como la disociación, la impotencia, la confusión y otros sentimientos disruptivos.

Aunque hemos tenido representaciones o nociones sociales de lo que es el TDAH y cómo se ve, estudios recientes señalan su correlación con el trauma. Para comprender realmente el TDAH, debemos tratar de entender de dónde proviene. Sin embargo, al comparar ambas condiciones, es importante tener en cuenta que en Psicología nada es blanco o negro, como afirma James M. Greenblatt, MD, director médico de Psychiatry Redefined y autor de The ADHD Book: Finally Focused.

La investigación muestra que el trauma no causa directa ni inmediatamente el TDAH, y no todo el TDAH es resultado de un trauma. Un estudio realizado en 2018 encontró que muchos pacientes con TDAH habían experimentado algún tipo de trauma en la primera infancia o durante el embarazo. Estos eventos traumáticos se convirtieron en factores estresantes con consecuencias duraderas. En algunos casos, estas consecuencias se manifestaron como TDAH en la adultez. Este nuevo estudio contradice la creencia anterior de que el TDAH solo se manifiesta durante la infancia.

Otro estudio realizado en 2019 encontró asociaciones entre las experiencias adversas en la infancia y los resultados en la salud de adultos. Explicó cómo estas experiencias adversas pueden cambiar la estructura y el funcionamiento del cerebro, aumentando el riesgo de desarrollar trastornos mentales o somáticos. Dado que estas experiencias alteran el procesamiento cognitivo y afectivo y aumentan la sensibilidad a los estímulos, no es de extrañar que también puedan causar TDAH.

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Es importante destacar que el trauma no se limita únicamente al trauma físico, sino que también abarca el trauma emocional, sexual, el abandono, las dificultades socioeconómicas, la enfermedad mental familiar, la violencia en la comunidad y otros factores. Estos estudios encontraron una correlación significativa entre un evento traumático en la infancia y la gravedad del TDAH.

Curiosamente, el TDAH no solo se manifiesta durante la infancia, sino que también puede aparecer en la edad adulta. Esto se debe a que los traumas o experiencias adversas causan cambios duraderos que pueden tardar en manifestarse según el entorno social.

Estudios han encontrado que los adultos con trastorno de estrés postraumático (TEPT) o trastorno de estrés postraumático complejo (TEPTC) tienen más probabilidades de tener TDAH. Ambas condiciones presentan dificultades para concentrarse, irritabilidad o sensibilidad aumentada, inquietud y dificultad para dormir. Debido a que presentan síntomas similares, es difícil desentrañarlos uno del otro.

¿Entonces, cómo curarse del trauma y del TDAH? El tratamiento para ambas condiciones difiere de persona a persona. Algunos se benefician de terapias cognitivo-conductuales o de terapias dialécticas, mientras que otros optan por la medicación.

Existe una teoría que presenta la neuroplasticidad como una respuesta. Dado que el trauma altera fundamentalmente la forma en que tu cerebro procesa la información, reajustar tu neuroplasticidad y cambiar la forma en que percibes y procesas la información puede ser útil. Siempre es recomendable buscar ayuda profesional para elegir el tratamiento más adecuado para ti.

¿Conocías la conexión entre el trauma y el TDAH? ¿Qué piensas sobre lo que has aprendido? Déjanos tus comentarios.