Cuando un niño o una niña se queda sin padre, afecta su vida en muchos sentidos. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, las niñas que crecen sin un padre tienen mayor probabilidad de sufrir problemas de salud mental, de cometer delitos y de pasar por situaciones de pobreza a lo largo de su vida. Además, estas niñas tienden a tener menos éxito académico y a tener menos relaciones sociales sanas.
Las niñas criadas sin un padre presente tienen más probabilidades de tener problemas en la escuela, de sufrir abuso físico o emocional, de tener una conducta antisocial y de tener mayor probabilidad de convertirse en madres solteras.
¿Cómo afecta la ausencia del padre en las niñas?
Las niñas criadas en hogares sin padre tienden a presentar más problemas de conducta y de aprendizaje. Según la Organización Mundial de la Salud, estas niñas tienen más probabilidades de sufrir abuso físico o sexual, de ser víctimas de la violencia, de caer en el abandono o de ser separadas de su familia. Además, es más probable que terminen en la calle, se involucren en actividades delictivas o sean madres a temprana edad.
¿Qué puede causar la falta de un padre?
Cuando un niño pierde a su padre, puede experimentar una variedad de emociones, como la tristeza, el enojo, el miedo y la inseguridad. Según el National Fatherhood Initiative (NFI), estas emociones pueden causar problemas de comportamiento, de aprendizaje y de salud en los niños. La falta de un padre también puede afectar la autoestima del niño y hacer que se sienta menos seguro.
La ausencia de un padre afecta a una niña de diferentes formas, dependiendo de la edad de la niña, la relación que tenga con su padre ausente y el apoyo que reciba de sus otros padres, familiares y amigos. En general, las niñas que carecen de un padre presente tienden a tener menos autoestima, menos éxito académico y menos amigos.
La ausencia de un padre afecta a una niña de muchas maneras. La niña puede sentirse abandonada, sola, y sin protección. Puede tener dificultades para establecer relaciones afectivas y sentirse insegura. La niña puede también tener problemas en la escuela y ser más propensa a la delincuencia.